Aproximadamente el 70% del planeta está recubierto por agua, pero solo el 2% es apto para el consumo humano, y de ese 2%, una parte está contaminada. Al menos unos 1800 millones de personas en el mundo utilizan una fuente de agua potable que está contaminada con materia fecal.
El agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea, la poliomielitis y la esquistosomiasis entre otras. Por este motivo se estima que aproximadamente unas 850.000 personas mueren cada año, entre las que casi un 43% son niños menores de 5 años.
Y como si los datos no fueran lo suficientemente alarmantes, de aquí a 2025, se calcula que un 50% de la población vivirá en zona de escasez de agua, debido al cambio climático, el aumento de la población, etc. ¿Podemos imaginar tan antagónica situación de la actual en los países desarrollados en unos pocos años? Pasaremos de no saber qué marca de agua embotellada consumir y de obtener agua potable con sólo abrir un grifo a poder ser una más de las víctimas por no tener acceso al agua potable.
Si en 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al abastecimiento de agua y al saneamiento, es decir, todas las personas tienen derecho a disponer de forma continuada de agua suficiente, salubre, físicamente accesible, asequible y de una calidad aceptable, para uso personal y doméstico. ¿Cómo se va a cumplir este derecho basándonos en la situación existente?
De aquí a 2030 la ONU tiene varios objetivos como, por ejemplo:
- Lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados para todos.
- Mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento, minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial.
- Aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce.
- Implementar la gestión integrada de los recursos hídricos.
- Proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua.
Más personas se han preocupado por esta situación y, por eso, de forma paralela a la ONU, se han puesto en marcha con proyectos capaces de potabilizar el agua utilizando materiales sostenibles y reutilizables para llevarlos a dichos lugares con la esperanza de poder ayudar o intentar mejorar esta situación. Entre ellos, se encuentra Aldeas Infantiles Canarias, que cuenta con un equipo de jóvenes y empleados desarrollando el proyecto, llamado Water Violet, que consiste en la unión de varias técnicas de potabilización como un horno solar casero (que destila el agua) o unos filtros impresos en 3D (que se encargan de quitar las partículas de mayor tamaño). Pero más importante aún es concienciar a la humanidad sobre esta situación.
¿Crees que la ONU podrá llevar acabo sus objetivos antes del 2030? ¿Sabes cómo podrías ayudar tú a que mejore esta situación?
ES NECESARIO CAPACITAR Y CONCIENTIZAR A LA GENTE, NUEVAS FORMAS DE HACER LA COSAS YO ME SUMARIA A ESAS NUEVAS COSAS COMO UTILIZAR BIODIGESTORES ..CAPTADORES.NO SE …OTRAS MAS …