Se acabó el Campo de Verano «Construyendo una Ecoaldea» 2015

Lo sabemos, somos conocedores de ella desde siempre, “Todo Tiene Un Principio y Todo Tiene un Final”. Pero a pesar de que lo sabemos y somos conscientes de esa realidad cuando llega el final siempre es como si perdiéramos algo de nosotros mismos y que no podemos recuperar.

Eso ocurre cuando te lo has pasado muy bien. Los días pasan muy rápidos y lo que en otros contextos parece que no acabara nunca, en este parece que los minutos no caminan sino que vuelan.

Despedida del 2º turno 2015

Despedida del 2º turno y del Campo de Verano 2015

Acabamos un año más el proyecto que iniciamos hace 6 semanas y llega el momento de despedirnos hasta el año que viene. No sabemos si repetiremos los mismos, si volveremos a estar en el mismo taller o si nuestras vidas tomarán otros caminos que nos llevarán a otros sitios. Lo que sí podemos afirmar es que sea lo que sea nuestras vidas en un futuro seguro que estarán influenciadas (más o menos) por lo que hemos vivido aquí.

Hemos trabajado, nos hemos responsabilizado, hemos madrugado, hemos compartido y nos hemos reído mucho. El futuro es inexpugnable pero lo que sí es cierto es que nuestros futuros se desarrollarán según lo que vayamos aprendiendo en nuestros presentes. Y nuestro presente nos ha llevado a estar aquí y ahora.

¡Feliz verano! Y decimos hasta pronto pero nunca adiós.

El compañerismo en el Campo de Verano

En el Campo de Verano encontramos mucha diversidad de nacionalidades. Chicos de Brasil, Senegal, Guinea, Argentina, Irlanda; y dentro de la propia España de diferentes lugares como Cuenca, Granada, Las Islas Baleares, Bilbao, etc.
Esto demuestra que este Campo nos facilita conocer gente de otros lugares, enriquecer nuestros conocimientos aprendiendo nuevas culturas y formas de pensar, echarnos múltiples amigos, y en definitiva intercambiar experiencias y realidades de otros lugares del mundo.
Aquí se viene a aprender, disfrutar y como no, a convivir con otros compañeros con los cuales debemos de trabajar el compañerismo. No en vano y dado que somos un grupo muy numeroso debemos respetar una serie de normas como puede ser por ejemplo la puntualidad en los horarios, ya que si no se generaría cierto caos. Asimismo este mismo ejemplo nos servirá en un futuro, para cuando vayamos a desarrollar cualquier actividad como pueda ser el estudio o en trabajo.
Aparte del compañerismo, se desarrollan otros muchos valores, como por ejemplo la empatía, la simpatía, la amistad, la cordialidad… Pero como decimos, este del compañerismo quizás sea uno de los más importantes.
Yo les animo desde aquí, que en todos aquellos espacios donde compartan experiencias entre iguales no se olviden del COMPAÑERISMO. Este quizás es un valor en desuso, motivado por esta sociedad tan competitiva en la que estamos inmersos. Así pues sigamos cultivando el compañerismo porque es uno de los valores más profundos que pueda tener el ser humano. En él entra el componente, en muchas ocasiones, de dar algo a cambio de nada.

Jóvenes del Campo de Verano

Algunos jóvenes de múltiples nacionalidades

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