De la maceta a la mesa

 

Un huerto urbano es un espacio dedicado al cultivo de flores, plantas aromáticas, hortalizas, hierbas medicinales y frutas a escala doméstica. Estos huertos comenzaron a surgir a raíz de la necesidad de obtener alimentos durante las guerras mundiales debido a que la exportación era muy reducida. A día de hoy uno de los principales objetivos de estos huertos es adquirir productos ecológicos y poder disfrutar de los múltiples beneficios de esta actividad.

Los huertos urbanos ayudan a fomentar la autoproducción reduciendo así el consumo, lo cual es una muestra de respeto con el medio ambiente. Fomentan el consumo de alimentos libres de pesticidas y herbicidas químicos siendo así más naturales y nutritivos. Generan una formación bastante autodidacta aprendiendo una parte de las cosas por ensayo y error volviéndose así una actividad más intuitiva y dinámica. Además promueve las prácticas sostenibles y las relaciones con el entorno natural.

Son tales los beneficios de esta práctica que ya podemos encontrarlos en Canarias promovidos por los Ayuntamientos o por iniciativa de los propios vecinos. La isla de Gran Canaria ya cuenta con huertos urbanos en los barrios Siete Palmas, La Mayordomía, El Polvorín y El Pambaso, y dos de las asociaciones Arenando y Xácara.  Uno de los objetivos del proyecto es promover la gestión ciudadana de los recursos.

En la isla de Tenerife ya se pueden encontrar estos huertos en El Sobradillo y el Toscal aunque existen otros gestionados por vecinos y, alguno, como el de Añaza, con el que el Ayuntamiento de Santa Cruz colabora a través de una subvención.

Cabe destacar que este movimiento va popularizándose y la demanda de estos espacios por parte de los habitantes a los ayuntamientos irá en aumento. Es extraño que alguno de nosotros no tenga en su ventana alguna planta aromática o flor contribuyendo así al inicio de algo que podría ser más grande.

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