En nuestro Campo de Verano “Construyendo una Ecoaldea” hemos hablado de diferentes terapias relacionadas con el colectivo de las personas con diversidad funcional, sin embargo nos estancamos en las que conocemos directamente. Por eso, en este artículo descubriremos otro tipo de terapias alternativas.
- Música
“Cuando las palabras fracasan la música habla” con esta frase de Hans Christian Andersen podemos resumir cuál es la esencia que tiene este tipo de intervención. La musicoterapia se basa en el uso profesional de la música y sus elementos como un apoyo para el desarrollo cognitivo de la persona, buscando optimizar su calidad de vida y mejorar su salud.
Este tipo de terapias proporciona a las personas con diversidad funcional una vía de desarrollo cognitiva que, en muchos casos, puede ser incluso más beneficiosa que una terapia más orientada a la movilidad. También es un método de evasión y calma. La frase popular: “la música amansa a las fieras” se hace realidad pero, en este caso, las fieras serían el estrés o la ansiedad que normalmente padecemos.
- Hidroterapia
La terapia acuática o hidroterapia, es un método de tratamiento utilizado por la fisioterapia que brinda innumerables beneficios a las distintas patologías del aparato locomotor. Es una técnica fisioterapéutica que ayuda a mejorar el aparato locomotor mediante la utilización del medio acuático, cuyas propiedades benefician la movilidad de personas que quizá con otros tratamientos no podrían avanzar tanto.
Es además una alternativa a los tratamientos fisioterapéuticos tradicionales que aporta un ambiente diferente y más ameno para este tipo de terapias motoras.
- Yoga
El yoga es una actividad gradual que depende de cada persona, además las posturas tradicionales se adaptan al cuerpo físico. En lugar de ajustar y forzar el cuerpo en una pose se intenta realizar los ejercicios de forma autónoma y adaptada a cada caso. Para ello hay que tener en cuenta el control de la respiración así como los apoyos que fueran necesarios para satisfacer las necesidades de las personas con diferentes habilidades. Las posturas de yoga pueden practicarse en una silla, de pie, o en la tierra con beneficios muy similares.
No se puede considerar una terapia per se, pero es una actividad que nos recuerda que las limitaciones muchas veces solo existen ante los ojos ajenos pues, aunque seamos diferentes, el poder de la fuerza de voluntad y la constancia actúan igual.