En el Campo de Verano encontramos mucha diversidad de nacionalidades. Chicos de Brasil, Senegal, Guinea, Argentina, Irlanda; y dentro de la propia España de diferentes lugares como Cuenca, Granada, Las Islas Baleares, Bilbao, etc.
Esto demuestra que este Campo nos facilita conocer gente de otros lugares, enriquecer nuestros conocimientos aprendiendo nuevas culturas y formas de pensar, echarnos múltiples amigos, y en definitiva intercambiar experiencias y realidades de otros lugares del mundo.
Aquí se viene a aprender, disfrutar y como no, a convivir con otros compañeros con los cuales debemos de trabajar el compañerismo. No en vano y dado que somos un grupo muy numeroso debemos respetar una serie de normas como puede ser por ejemplo la puntualidad en los horarios, ya que si no se generaría cierto caos. Asimismo este mismo ejemplo nos servirá en un futuro, para cuando vayamos a desarrollar cualquier actividad como pueda ser el estudio o en trabajo.
Aparte del compañerismo, se desarrollan otros muchos valores, como por ejemplo la empatía, la simpatía, la amistad, la cordialidad… Pero como decimos, este del compañerismo quizás sea uno de los más importantes.
Yo les animo desde aquí, que en todos aquellos espacios donde compartan experiencias entre iguales no se olviden del COMPAÑERISMO. Este quizás es un valor en desuso, motivado por esta sociedad tan competitiva en la que estamos inmersos. Así pues sigamos cultivando el compañerismo porque es uno de los valores más profundos que pueda tener el ser humano. En él entra el componente, en muchas ocasiones, de dar algo a cambio de nada.