Lo sabemos, somos conocedores de ella desde siempre, “Todo Tiene Un Principio y Todo Tiene un Final”. Pero a pesar de que lo sabemos y somos conscientes de esa realidad cuando llega el final siempre es como si perdiéramos algo de nosotros mismos y que no podemos recuperar.
Eso ocurre cuando te lo has pasado muy bien. Los días pasan muy rápidos y lo que en otros contextos parece que no acabara nunca, en este parece que los minutos no caminan sino que vuelan.
Acabamos un año más el proyecto que iniciamos hace 6 semanas y llega el momento de despedirnos hasta el año que viene. No sabemos si repetiremos los mismos, si volveremos a estar en el mismo taller o si nuestras vidas tomarán otros caminos que nos llevarán a otros sitios. Lo que sí podemos afirmar es que sea lo que sea nuestras vidas en un futuro seguro que estarán influenciadas (más o menos) por lo que hemos vivido aquí.
Hemos trabajado, nos hemos responsabilizado, hemos madrugado, hemos compartido y nos hemos reído mucho. El futuro es inexpugnable pero lo que sí es cierto es que nuestros futuros se desarrollarán según lo que vayamos aprendiendo en nuestros presentes. Y nuestro presente nos ha llevado a estar aquí y ahora.
¡Feliz verano! Y decimos hasta pronto pero nunca adiós.