De nuevo en nuestro Campo de Verano “Ecoaldea” 2013 contamos con el Taller de Cerámica que se encarga de impartir Araceli Perdomo Curbelo para el disfrute de los más pequeños de la Aldea y del Centro de Día. Todos sabemos la importancia que en el pasado tuvo la cerámica ya que fue uno de los primeros métodos con los que empezamos a construir utensilios para la vida cotidiana y posteriormente para el arte y la decoración.
Con este Taller, en el que se trabajan productos cerámicos canarios, se intenta acercar a los niños a una de las tradiciones más antiguas de nuestro Planeta e intentamos que disfruten con ello lo máximo posible.
Hemos querido saber algo más de este Taller y de la técnica que nos han enseñado y para ello hemos hablado con la encargada de hacerlo, Araceli Perdomo.
Pregunta: ¿Dónde te formaste para aprender a manejar la cerámica?
Araceli: Pues yo estudié en la Escuela de Arte Fernando Estévez y después hice cursos de alfarería tradicional canaria, que no tiene nada que ver con la cerámica. A base de hacer talleres y aprender con alfareros tradicionales he llegado a formarme como alfarera tradicional.
P: ¿Qué tipo de alfarería enseñas a los pequeños?
A: Estoy haciendo talleres de alfarería tradicional canaria. Estoy enseñándoles a trabajar como trabajaban nuestros antepasados, los guanches. Los niños utilizan nuestro barro, el barro canario, y las herramientas que usan son un palo y una piedra. Con estos objetos ellos hacen las piezas.
P: ¿Cualquiera puede aprender?
A: Sí. Simplemente hay que poner empeño, trabajar y trabajar.
P: ¿Qué técnicas utilizas en este taller?
A: La técnica que utilizamos es la que se usa normalmente en la alfarería tradicional. Se denomina “Técnica del Urdido” y consiste ir pegando churros a partir de una base sucesivamente unos encima de otros, nos ayudamos por dentro con las piedras y por fuera con los palos.
P: ¿Hay que seguir algún proceso para la producción de la cerámica?
A: Sí, todo trabajo tiene su proceso y el barro por supuesto es un material que tiene unos tiempos para trabajarlo (desde la recogida del barro, hasta su preparación). Una vez que empiezas a trabajar, levantas las piezas, las recortas, las alisas, y ya se dejan secar para el posterior guisado.
P: ¿Hay mucha dificultad en hacerlo?
A: En realidad lo más delicado siempre es el momento final, el guisado. Un buen guisado o un mal guisado te da un determinado acabado de las piezas. Dependiendo de cómo se haga será el resultado.
P: ¿Tienes alguna anécdota de este Taller?
A: Primero las edades ya que pensábamos que los más pequeños se iban a tomarse esto mas como un juego. Pero han respondido bastante bien. Nuestra intención cuando hablamos del taller fue que todos tuvieran la responsabilidad de hacer una pieza, en este caso un “gánigo aborigen” y acabarla. Todos están respondiendo bastante bien y, para mi sorpresa, no sólo han hecho una pieza, sino que la mayoría han hecho hasta dos.
P: ¿Qué piezas han hecho?
A: Pues han hecho dos gánigos aborígenes, uno de mango y otro de oreja. Creo que más o menos todos han cumplido las expectativas que tenían, así que todos se han portado.
P. ¿Ves a algún futuro ceramista en el taller?
R: Pues hay filón, sobre todo en las chicas. Se ve que les gusta, y hay dos niñas que son unas puntales, incluso me han ayudado cuando algunos iban más retrasados. Se portaron como alfareras.
P: ¿Qué le puede aportar a los chicos la cerámica?
A: Muchísimas cosas, la cerámica manual es algo entretenido, que mucha gente lo considera relajante, y sobretodo lo que nosotros intentamos con los talleres de alfarería tradicional es que los chicos conozcan un poco como vivían nuestros antepasados. Nos gustaría que no se perdiera porque está, un poco, en peligro de extinción.
P: ¿Por qué decidiste estudiar esta disciplina?
A: Esa es una buena pregunta, estudié ya bastante mayor y siempre me ha gustado, entonces me metí en la Escuela de Arte, pero ahí estudias lo que es cerámica creativa, y la cerámica tradicional no tiene nada que ver. La cerámica tradicional Canaria es un mundo en el que te metes y después no puedes salir, es un mundo que te absorbe porque hay muchísima materia y no la puedes dejar, se vuelve tu obsesión, tu trabajo…
P: y para terminar ¿podrías darles un mensaje a todos nuestros oyentes?
A: Que se animen, que tenemos en Canarias muchas cosas desconocidas, entre ellas la alfarería, que fue muy importante no sólo en la época de los aborígenes, sino en la época de después de la conquista. Tenemos unos barros buenísimos, y una técnica fácil de trabajar con la que se pueden hacer muchísimas cosas.